La Vía Sepulcral Romana es uno de los testimonios arqueológicos más fascinantes que se conservan en el corazón de Barcelona. Situada en la actual Plaza de la Vila de Madrid, este espacio al aire libre muestra una antigua calle funeraria donde los romanos enterraban a sus difuntos, siguiendo la tradición de situar las tumbas fuera de las murallas de la ciudad. Pasear por esta vía es como retroceder dos mil años y caminar por uno de los accesos de la antigua Barcino.
En esta necrópolis se pueden observar diferentes tipos de sepulcros que pertenecían a ciudadanos de distintas clases sociales. Las tumbas, que datan entre los siglos I y III d.C., revelan valiosa información sobre las costumbres funerarias de la época romana y la estructura social de Barcino. Los restos conservados permiten entender cómo las vías sepulcrales se integraban en el paisaje cotidiano de la época, acompañadas de pequeños altares y lápidas con inscripciones.
Hoy en día, la Vía Sepulcral Romana es un espacio musealizado al aire libre, donde se puede pasear libremente y contemplar este fragmento de la historia antigua de la ciudad. Es un rincón poco conocido por muchos visitantes, pero de gran valor para quienes desean descubrir la huella romana que aún persiste en Barcelona. Una visita imprescindible para entender la vida y la muerte en la antigua Barcino.