Si existe un lugar idóneo para pasear por el centro de la ciudad de Barcelona, es sin lugar a dudas la Rambla de Cataluña. Ubicada en el Eixample Dret, entre el Paseo de Gracia y la calle Balmes, esta hermosa rambla rezuma hacia el mar y las montañas. Nace en la Plaza Cataluña y nos lleva hasta la Avenida Diagonal.
Aunque en ella destacan numerosos locales comerciales de moda, también está custodiada por varias terrazas, tiendas, bares y restaurantes, que nos acompañaran durante el agradable paseo que podemos dar por ella, observando lo bien estructurada que esta con árboles, bancos y espacios que nos invita a recorrerla una y otra vez.
La Rambla está presidida, en ambos extremos, por dos estatuas, obra de José Granyer. Una de ellas es un toro sentado, situado en la intersección con la Gran Vía de les Corts Catalanas, y la otra de una cálida jirafa justo en su cruce con la Avenida Diagonal.
Desde el año 1990, sufrió una pequeña remodelación en la cual se ensancharon las aceras y el paseo central, dejando mayor espacio para los transeúntes. Y desde entonces, tanto turistas como catalanes, aprovechan el tiempo libre para dar largos paseos, ir de compras o relajarse en cualquiera de las terrazas existentes.
Pero no todo es ocio en la Rambla, ya que actualmente, en la calle Córcega, encontraremos el edificio modernista del arquitecto catalán Joseph Puig i Cadafalch, actual sede de la Diputación de Barcelona.