Una de las avenidas más conocidas y populares de la ciudad de Barcelona, tanto por su riqueza cultural como social es el Paseo de Gracia. Un lugar turísticamente muy poblado dada la oferta de tiendas, negocios, restaurantes así como la posibilidad de gozar de las mejoras obras modernistas de la ciudad, diseñada a manos de los arquitectos Antonio Gaudí y Lluís Doménech i Montaner, algunas de las cuales están consideradas Patrimonio de la Humanidad.
Situado en pleno centro de Barcelona y formando parte principal del Eixample Barcelonés, está conectada por el este con la Plaza Cataluña y por el oeste con la calle Mayor de Gracia. Siendo considerada como la segunda avenida o paseo, más caro de la Península Ibérica, en cuanto a precio por metro cuadrado de residencial. Debido a esto, su comparación con los Campos Elíseos de París no es casualidad.
Ideado por el arquitecto catalán Ildefons Cerdá, entre los años 1860 y 1890, la idea era de construir una zona residencial alrededor de una amplío paseo con hogares independientes. Fue entonces, en el año 1890, cuando comenzó a precipitarse como lugar predilecto para la burguesía local así como obtener una gran relevancia y afluencia comercial. Fue en esa década cuando se comenzaron a construir edificios con apartamentos y tanto las casas como los jardines fueron desapareciendo.
Finalmente, entre el año 1900 y 1914, se convirtió en el núcleo residencial de la familias más nobles de Barcelona, así como que se vio claramente favorecida por la predilección de los arquitectos catalanes Antonio Gaudí, Josep Puig i Cadafalch, Lluís Doménech i Montaner, entre otros, que restauraron las estructuras existentes para convertirlas en auténticas obras de arte, tales como, La Casa Milá, Casa Batlló, La casa Morera o la Casa Ametller. A lo largo del Paseo de Gracia, encontraremos los famosos bancos con trencadís, del arquitecto Pere Falqués i Urpí, que durante el año 1906 se dedicó a adornar el paseo.
A la altura de su fama y popularidad, están todos los comercios que radican en él, donde se encuentran las más lujosas marcas de diseño y boutiques, tanto nacionales como internacionales, así como los mejores hoteles y restaurantes más exquisitos de Barcelona, que ven como cada día pasa miles de personas por delante suyo.