Refugio 307 es una red de túneles excavados por los barceloneses durante la Guerra Civil española para protegerse de los bombardeos que hasta entonces nunca habían sido protegidos en las zonas pobladas, es el mejor conservado y de los pocos actualmente accesibles. Fue construido por sus habitantes con la ayuda de la Generalitat de Catalunya que los proveía con herramientas y material.
Su nombre deriva del número de registro que le corresponde: Número 307, está situado en el Poble-sec y fue construido a nivel de una planta baja, a diferencia de la mayoría que estaban bajo tierra, aprovechando su proximidad con la montaña de Montjuïc y cavado en su interior. Es una red de 200 m2 de túneles, de 2,10 mts de alto y 2 mts de ancho.
Refugio 307 está actualmente anexado al Museo de Historia de Barcelona y está abierto al público.