La popularidad de la Plaza del Raspall, se debe, gracias al asentamiento que tuvo en el pasado la comunidad gitana, la cual se instaló en la plaza. Una plaza pequeña ubicada en pleno centro del barrio de Gracia, que debe su nombre a un antiguo comercio que existía en la misma.
Según se observa en los archivos, la primera población gitana se asentó en la ciudad hace más de dos siglos y, prueba de ello, son los indicios que nos llevan a la existencia de las antiguas tradiciones que se mantienen. Prueba también de ello es que la Unión Gitana de Gracia se ubico en las proximidades del barrio. Uno de los gitanos más famosos que residió en la plaza fue Antonio González, conocido popularmente como «El Pescadilla», que a su vez fue esposo de la gitana Lola Flores.
Nos damos cuenta de la importancia de la historia de la plaza cuando, el poeta Enric Casasses dedicó su último libro a ésta describiéndola «uno de los lugares más auténticos de Gracia», o también, gracias al músico argentino «Gato Pérez», quién fue maestro, mentor y culpable del nacimiento de la Rumba Catalana.
Una plaza en la cual podemos sentarnos tranquilamente a disfrutar de las delicatessen de la cocina catalana en cualquiera de sus terrazas, así como disfrutar del ambiente romaní existente en cada uno de sus rincones.