Con motivo de la revolución de 1868, coincidiendo con el principio de la era democrática , y con el posterior derrocamiento de la Reina Isabel II, nace la plaza de la Revolución.
Ubicada en el corazón del barrio, está plaza es una de las más frecuentadas por los barceloneses, por lo que está activa casi las veinticuatro horas del día. Una plaza muy peculiar, con un espacio reservado para los más pequeños, algo inusual en estas plazas y, con la particularidad de que pese a estar gobernada por numerosos bares, las restricciones municipales no dejan que sea ocupada por terrazas, lo cual lleva a que la gente se aglomeré en las inmediaciones de los mismos.
Si observamos el suelo de la plaza, encontraremos grabada en él, orientándonos de norte a sur, la palabra «Revolució». Un lugar para dejarnos llevar por e encanto del barrio así como para deleitarnos con una de las mejores heladerías que existen en toda la ciudad de Barcelona.