El Palau Baró de Quadras es un edificio modernista realizado por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch entre 1904 y 1906. Por su ubicación entre las calles Diagonal y Rossellón, tiene dos fachadas. Una posterior (ubicada en el 279 de la calle Rossellón) que se caracteriza por poseer varios graffitis con motivos florales policromáticos (una técnica específica que implica incisiones que se realizan en la superficie de un objeto o una pared con el fin de crear un diseño) y una terraza que se extiende a lo largo del primer piso elevándose en el centro con una proyección de cuatro plantas de altura con toques de los vieneses Sezessionsstil.
La otra fachada, que da a la Diagonal, es de 12 mts de ancho totalmente grabada presuntamente de inspiración plateresca. El edificio fue decorado por el escultor Eusebi Arnau junto con Alfons Jujol utilizando adornos heráldicos gigantes, guirnaldas y bustos. El balcón es lo que llama la atención por su galería de arcos totalmente esculpida; de hecho, en la esquina izquierda podemos divisar la figura de San Jordi (San Jorge) esculpido por Eusebi Arnau matando al dragón, en una composición de una verticalidad exagerada, básicamente apilados uno encima del otro debido al espacio limitado de su ubicación.
En la segunda planta hay cuatro ventanas góticas, mientras que en la siguiente un balcón corrido con arcadas. En la última planta encontramos aleros del techo marcadamente inclinados conteniendo un ático de madera decorado con cerámica vidriada. La puerta fue realizada por Manuel Ballarín utilizando hierro forjado con vidrio como el de la fachada posterior.
La realización más espectacular es la escalera interior de piedra desde la barandilla hasta la planta principal donde podemos apreciar los remolinos tenues de mosaico elaborados con pequeños azulejos de diferentes tonos de gris y blanco.
El 9 de enero de 1976 fue declarada Patrimonio Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya.