El Pabellón de la República es un edificio, ejemplificación del régimen constitucional republicano, que se construyó en representación de España con motivo de la Exposición Internacional de París de 1937. Como en ese momento el país estaba sumido en la guerra civil, el pabellón sirvió como un medio para informar y buscar el apoyo de países aliados para liberar a España de la revuelta armada.
Obra de los arquitectos José Lluís Sert y Luis Lacasa, fue concebido en un principio como un recipiente vacío con apenas paredes. Una de sus principales atracciones fue el «Guernica» de Picasso exhibido en las paredes principales junto con las obras de artistas conocidos como Calder, Miró y Albert Sánchez.
Está compuesto de tres plantas más una planta baja que da al patio, en ocasiones con un techo corredizo convirtiendo esta zona en un auditorio. El acceso es a través de una escalera que conduce al primer piso y una rampa para el segundo, también una entrada vertical.
Fue construido en tiempo récord a pesar de enfrentarse a los desafíos del terreno irregular y respetando la vegetación circundante. Además, se encontraron con los materiales limitados, la mayoría de los cuales eran prefabricados como los paneles de fibrocemento ondulado, paneles de tableros de partículas y materiales sintéticos.
En 1992, con motivo de los Juegos Olímpicos, el Ayuntamiento de Barcelona construyó una réplica de este emblemático edificio.