Los Porxos d’en Xifre son una de las pocas representaciones arquitectónicas que quedan en la ciudad de Barcelona del neoclásico. Conocido mundialmente por ser uno de los lugares preferidos de Pablo Picasso para realizar sus obras, dónde ocupaba el mirador del edificio desde donde encarnaba en sus cuadros los paisajes urbanos junto al mar de Barcelona. Allí paso gran parte de su vida junto a su familia, por lo que sigue siendo un lugar con mucha historia.
Los Porxos d´en Xifre, fue una obra de los arquitectos catalanes Josep Xifré y Francisco Vila, que llevaron a cabo en el año 1837, reflejando características muy marcas del neoclasicismo tanto en la fachada principal, donde destacan las enormes pilastras jónicas sobre un cabecero de frontón o un marcado reloj que representa la importancia del tiempo en la época, está formado por cinco casas, formando un bloque porticado. La unión de cada una de las casas, a través de los porches, está diseñada con arcos de medio punto esculpidos sobre la piedra, muy característicos de la época.
Existen varios relieves de terracota que representan la importancia que se le daba al Comercio, la Industria, la Marina, Mercurio, Neptuno e incluso América, diseñados por el catalán Damiá Campeny, y llevados a cado por los arquitectos Ramón Padrón y Domingo Talarn, realizados entre los años 1837 y 1840.
Aunque al margen de la historia artística del lugar, existe un famoso restaurante inaugurado en el año 1838, «El 7 Portes» (Las 7 Puertas), en el cual podremos degustar los productos típicos de la cocina tradicional catalana así como productos frescos del mediterráneo.