La Casa de L’Ardiaca es un espacio peculiar situado en el barrio Gótico de la ciudad de Barcelona. Su traducción al castellano es Casa del Arcediano. En este edificio vivía la jerarquía eclesiástica de los Arcedianos desde el siglo XII, cuando la Catedral de Barcelona empezó a tomar la forma gótica actual. Se han sucedido múltiples reformas en el edificio desde entonces.
La más significativa es la realizada por Lluís Desplá i D’Oms en el siglo XVI. Esta reforma convirtió a la Casa en un Palacete de estructura gótica (de organización libre, ya que siempre ha estado condicionada al terreno). Con portada de decoración renacentista, patio interior columnado, galería, escalinata y fuente central.
En 1870 la casa fue comprada en subasta por Jordi Altimira. Este, junto con Josep Garriga fue el artífice de una importante remodelación del edificio al unirlo con la vecina Casa del Degá. El patio se convirtió en claustro con estas reformas. Posteriormente, en 1895 pasó a ser la sede del Colegio de Abogados de Barcelona que en 1902 encargó al arquitecto LLuís Doménech i Montaner la decoración del edificio, incluyendo el buzón modernista en la fachada. Finalmente en 1920 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, y desde 1921 es la sede del Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona.
La adecuación del edificio para esta función la dirigió Joseph Goday a partir del planteamiento de Agustí Duran i Sanpere. Santiago Marco se encargó de la decoración.La muralla romana que es visible desde el interior del edificio, en la planta baja. En el patio hay una gran palmera y la fuente que el día de Corpus se decora segun la tradicion de l’ou com balla (el huevo que baila).