La mejor manera de empezar a conocer una ciudad es desde un mirador, por lo tanto, el Mirador de Sarriá es sin lugar a dudas el más frecuentado y popular que existe.
Fue construido en 1992, año en que la ciudad fue sede de los Juegos Olímpicos. Desde aquí se pueden apreciar las vistas de la zona oeste de la ciudad y es también la puerta de entrada al Parque Natural de Collserola.
Está situado a los pies del macizo de Collserola y es común ver los coches alineados yendo a la ciudad. A lo largo del mirador de Sarriá hay una explanada – carretera de Vallvidrera, cerca de la estación Peu de Funicular – y es sólo un lugar para una parada rápida.
Si bien no cuenta con mucho espacio de aparcamiento, merece ser visitado durante el día, especialmente cuando el sol comienza a ponerse para descansar nuestra mirada en la fusión perfecta de la montaña con la ciudad de Barelona y el mar.