Con más de 300 años de historia y actividad, la Fonda Xesc está ubicada en una casona del siglo XVIII y es uno de los pocos restaurantes rurales que han sido premiados con una estrella Michelin.
El chef Francesc Rovira apuesta con una exquisita prudencia por un maridaje entre la cocina tradicional y la experimentación, primando siempre el trabajo delicado con productos de la zona de primera calidad.
En su carta, cabe destacar la crema de nabo con un quémele de queso fresco y trufa, el arroz de trompetas, alcachofas y sepietas, los pies de cerdo con sobrasada y calamar o un chocolate blanco, naranja, mandarina y té ahumado para terminar.
Un restaurante muy especial, situado en el Ripollés, provincia de Girona, que mezcla el encanto del lugar con la exquisitez de su cocina y hace aconsejable la visita si estamos por la zona.