El restaurante Fonda Sala, basa su cocina en la mezcla entre lo tradicional y un punto de creatividad. El establecimiento se halla en un pequeño pueblo de las comarcas de Barcelona, y dispone también de un servicio tradicional de alojamiento. En este entorno rural, el chef Toni Sala mima su cocina con un gran respeto hacia las tradiciones agrícolas y ganaderas de la tierra y con especial atención a las elaboraciones típicas de la cocina catalana.
Conocido por la excelente calidad de sus setas, así como los patos derivados de la caza y las trufas de temporada, entre sus especialidades destacan el arroz cremoso de calamar y gambas, el san Pedro al horno con patata y cebolla gratinada al romero, el salteado de vieiras y alcachofas naturales con reducción de vinagre cabernet o el civet de jabalí.
Ofrece también una excelente bodega de vinos y cavas de las tierras de Cataluña, así como una variada cava de puros.