La Barceloneta es uno de los barrios más intrigantes de la ciudad de Barcelona. Aún conserva su encanto de intrincada red de estrechas callejuelas que desdibujan los límites entre la ciudad y el mar, donde se percibe el ambiente marinero en la decoración de locales así como en los pequeños bares que encontramos en cada uno de sus rincones.
Podemos considerarla como un pequeño apéndice que se extiende hasta el mar, y se junta con sus aguas y arenas de la playa con el Muelle de España del Port Vell y la Ribera.
Este barrio fue prosperando desde sus orígenes con empresas marítimas y establecimientos que ahora se han transformado en bares y juntas, otros en restaurantes, algunos de los cuales de gran renombre.
De su patrimonio cultural aún conserva la iglesia de Sant Miquel del Port y el Mercado de la Barceloneta, ahora reformado, dos sitios que dieron testimonio al nacimiento y evolución de lo que es sin lugar a dudas hoy en día la ciudad marítima por excelencia.
El crecimiento de la población llevó a la creación del llamado «Cuarto de Casa», pisos minúsculos de apenas 30 m2, que comenzaron a brotar en todas direcciones y hoy en día tienen una gran demanda tanto por turistas como lugareños.