También conocida como «el portal de Miralles», la Finca Miralles era un predio privado de una importante familia barcelonesa. La obra fue realizada en 1901 por encargo expreso de la familia propietaria a Antoni Gaudí. Inicialmente, el proyecto consistía tan sólo en la edificación de un muro de contención y el portal de acceso a la finca. Posteriormente, también se llevó a cabo la construcción de la casas, dirigida por el arquitecto Doménech i Montaner.
La gran particularidad de esta obra es su muro perimetral de forma ondulada, realizado con tejas árabes y ladrillos cerámicos. Actualmente sólo queda una pequeña parte del muro, justo al lado del punto donde se ubica el portal. El portal es de piedra y está decorado con «trencadís» (una especie de puzzle de fragmentos de azulejos) de color blanco, todo ello cubierto por una reja metálica simulando la piel de una serpiente. La puerta está coronada por una majestuosa cruz de hierro expuesta sobre un enorme arco lobulado protegido por una marquesina.
Las casas a las que daba acceso el portal fueron demolidas a finales de los años sesenta, pero lo fundamental de la obra de Gaudí se ha conservado. Hoy en día el portal es la puerta de acceso a una calle pública y forma parte del día a día de los vecinos del barrio, los cuales tienen el privilegio de poder verla a diario. Está en el Paseo de Manuel Girona número 55, en el barrio de Pedralbes.