En el año 1851, en el corazón de Barcelona, el señor Josep Gispert, médico de Centelles, fundó Casa Gispert para sus dos hijos, Enric y Alfons. Al nombre de la familia añadió las iniciales de ambos: E&A Gispert, y tras mucho oficio, Maestros Tostadores. Era un almacén de productos coloniales que con la marca SABOR, comercializaba al por mayor café, té, cacao, especias y azafrán procedentes de las Américas. Más tarde, la Casa Gispert se especializó en la torrefación de café y frutos secos.
Actualmente la tienda es una auténtica delicia. Mantiene el horno de leña, único en Europa, que entre los hierros guarda el calor de las brasas. El mobiliario es el original: el mostrador de una pieza, las estanterías de madera, los cajones alineados y los cenachos de esparteo que muestran los tostados calientes y humeando.
El año 1999, la prestigiosa asociación francesa Les Gourmands Associés otorgó en París el premio Coq d´Or a la Casa Gispert. La distinción premia la excepcional calidad de los productos de su establecimiento, y lo reconoce como uno de los 10 mejores artesanos alimentarios de Europa.
Hoy, tras un siglo y medio de historia, conocer la Casa Gispert y ver su horno centenario funcionando, permite al visitante disfrutar de uan tienda que no ha perdido sus orígenes.