En cualquiera de las estaciones del año en las que decidamos viajar a Barcelona, podremos encontrar una gran variedad de bebidas alcohólicas y no alcohólicas de origen catalán.
Posiblemente el cava catalán sea la bebida más conocida ya que es exportada a numerosos países por su espumosidad y sabor. Cultivada en la vid de las tierras del Penedés y fundido con el clima Mediterráneo hace que la elaboración del cava sea magnífica. Existen varias bodegas destinadas a la creación del cava tales como Freixent o Codorniu, entre otras, siendo cualquiera de ellas una buena elección.
Otra bebida estrella en todas las terrazas, bares y chiringuitos de la ciudad es la cerveza. La cerveza se suele pedir en caña o jarra si la queremos servida en un vaso de cristal, y si pedimos una cerveza sin más nos la servirán en botella. Estrella Damn y Moritz tienen sus sedes en la ciudad de Barcelona por lo que son las más comunes y, a su vez, tienen un más coste bajo que las cervezas importadas.
Durante la estación de verano solemos encontrar en todos los negocios la horchata y el granizado. La horchata está elaborado con el jugo de la chufa y se sirve bastante fría. El granizado, los más típicos son de limón, naranja o café, está casi congelado y es muy azucarado. Ambas bebidas se encuentran sólo verano, aunque en algunos negocios la sirven todo el año. Servidas en vaso pequeño o mediano , su precio suele ser entre los 3 y 4 €, dependiendo del tamaño que elijamos.
Luego para los amantes de los licores y bebidas alcohólicas más dulces, son típicos tanto el Moscatel como la Ratafía. Ambos son licores trabajados a través de la maceración de frutos secos y conviene tomarlos después de las comidas, ya que ademas son digestivos.
Y por último, en todos los restaurantes encontraremos vino tinto y vino blanco, mayormente producido en las tierras del Penedés dónde se han dado grandes años de cosecha y ha potenciado la demanda por los vinos de cuna catalana a nivel mundial.