Aún no siendo la Avenida más importante de la ciudad de Barcelona, pasa a serlo, en el momento que nos damos cuenta que se trata de la Avenida que une las dos obras más impresionantes de Barcelona, la Sagrada Familia de Antoni Gaudí y El Hospital de la Santa Cruz y San Pablo.
Concebida en el año 1907 por el francés Leon Jaussel, fue un proyecto desarrollado por el Ayuntamiento de Barcelona, en el que el Jaussel, con el Hospital aun en construcción, trató de conseguir una impacto visual uniendo ambas obras a través de la Avenida, una idea que ya propuso Gaudí en su día.
A pesar de que durante mucho tiempo, la avenida absorbió el tráfico de automóviles, fue en el año 1980, cuando el Ayuntamiento de Barcelona la volvió a declarar peatonal. Fue el entonces alcalde de la ciudad de Barcelona, el excelentísimo Pascual Maragall, encargó al arquitecto Marius Quintana el diseño del actual paseo central, el cual fue inaugurado el 22 de Septiembre de 1985, coincidiendo con las fiestas de la patrona de Barcelona, La Merçé. Desde entonces, el paseo convive con una gran afluencia de tiendas y restaurantes, que dan cabida cada día a miles de turistas que se acercan para visitar La Sagrada Familia.
Una de las curiosidades de este paseo, obra del diseñador y arquitecto Pere Falqués, son las farolas que componen los tres primeros tramos , de cada extremo de la Avenida, que a parte de iluminar nuestro caminar están realizadas a base de piedra tallada, y la parte superior de hierro forjado, una estupenda obra de los catalanes Alfons Jujol y Manuel Ballerin.