La Plaza de la Virreina se caracteriza por ser la única de las plazas de Gracia en las cuales existe una iglesia, la conocida Iglesia de San Juan. Los autóctonos la conocen como Plaza de San Juan, a pesar de que se llama Virreina debido a que allí estaba situado aquí ek Palacio de la Virreina, que posteriormente sirvió de presión militar, conocida como Casa Fuerte de Gracia.
Una plaza de dimensiones pequeñas, pero que prevalece la intimidad y el calor humano que existe en ella, debido a la estructura que la forma dónde las casas existentes atendían los negocios del sector textil de la época. Con un ambiente relajado y tranquilo durante el día, donde podemos descansar sentados en alguno de los bancos o en tomar un café en algunas de sus terrazas.
Por el contrario, por la noche la plaza cobra vida propia, llenándose de jóvenes que se citan allí para tomar algo, tocar música o convertirla en el centro de cualquier tipo de celebración juvenil.